El clima iniciaría un lento camino hacia la normalidad en primavera

La campaña 2022/2023, está comenzando con condiciones algo desfavorables, que se acentuarán durante el invierno, pero mejorarán a medida que lleguen los meses más cálidos.

El último informe sobre las perspectivas climáticas a largo plazo que publicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires trae algo de esperanza contra la sequía persistente que castiga al campo. Aseguró que la progresiva moderación de los vientos alisios, que son aquellos que soplan en todas las regiones tropicales, está determinando la aparición de focos cálidos sobre el Pacífico ecuatorial, reduciendo el riesgo de un tercer episodio, consecutivo y catastrófico, de La Niña.

 

A no ilusionarse a corto plazo, ya que  lo que resta del invierno continuará sufriendo la acción residual de este fenómeno, observando condiciones de clima seco y frío. Recién al llegar la primavera comenzará el cambio de escenario que, según los indicadores disponibles, tendría un 70% de probabilidad de mantenerse en el rango normal para el desarrollo de la campaña agrícola 2022/2023.

 


Pero, aunque su probabilidad de ocurrencia es de solo un 10 %, todavía no puede descartarse totalmente el desarrollo de un nuevo episodio de La Niña. Es más, en el otro extremo del rango climático, algunos modelos están comenzando a anunciar un posible episodio de El Niño, al que puede adjudicarse una probabilidad del 20%.

 

Aunque el actual estado del sistema climático hace parecer muy remota esta posibilidad, cabe señalar que el episodio doble de La Niña que tuvo lugar en las temporadas 2007/2008 y 2008/2009, fue seguido por una temporada de El Niño en la 2009/2010.

 


El Niño en aquella campaña trajo lluvias que atenuaron los calores, conteniendo el daño en la cosecha gruesa y produciendo una buena recarga del perfil de humedad de los suelos, proceso que se extendió hasta fines de abril, preparando el terreno para una buena campaña fina posterior.

 

 

Una transición lenta

 

Asumiendo que el desarrollo de un escenario "neutral", como caso más probable, debe tenerse en cuenta que la transición será lenta. Al llegar la primavera, las lluvias comenzarán a evolucionar hacia lo normal, pero el proceso se completará recién hacia mediados de la estación de las flores. La temperatura seguirá un curso similar, teniendo lugar heladas tardías, aunque su acción no llegará al trópico.

 


El verano se desarrollará dentro del rango normal, pero como sucede usualmente al inicio de la estación, sobrevendrá un lapso seco y cálido, que se extenderá sobre gran parte de enero. Esto es habitual en Sudamérica. Entre fines de enero y comienzos de febrero retornarían las lluvias, moderando la temperatura, y regularizando el comportamiento del sistema climático, proceso que se mantendrá a lo largo del otoño.

 

Durante lo que resta del invierno, con el Pacífico todavía frío por acción de La Niña, seguirá el ambiente seco y con frecuentes irrupciones de aire polar.

 


En la próxima primavera, las precipitaciones observarán una gradual reactivación, llevando humedad hacia el interior del Cono Sur, al mismo tiempo que mejorará el caudal de los grandes ríos, mientras la temperatura irá en paulatino ascenso.

 

Eso hará que la amplia extensión seca, que se mantuvo durante el invierno en el interior de la Argentina, se reducirá gradualmente, aunque sin desaparecer totalmente.

 


Para el verano, las precipitaciones y la temperatura se mantendrán cerca del rango normal, reponiendo las reservas de humedad en gran parte del área agrícola, y llevando el caudal de los grandes ríos hasta su nivel medio.