Día Internacional del Inventor: ¿por qué se celebra el 9 de noviembre?

Un día como hoy, pero de 1914, nacía en Viena, Hedwig Eva Maria Kiesler, más tarde conocida como Hedy Lamarr. Tuvo una vida de película: de niña superdotada a bomba sexual cinematográfica, pasando por sus aportes a las tecnologías wifi y GPS. En su honor, cada 9 de noviembre se celebra el Día Internacional del Inventor.

A pesar de haber iniciado la carrera de ingeniería, al poco tiempo decidió pasarse a arte dramático. Después de algunas participaciones menores en distintas películas, en 1932 -a los 18 años- se convirtió en una estrella maldita gracias a "Éxtasis", donde protagonizó el primer desnudo integral de la historia del cine y debió fingir un orgasmo. Fue un escándalo global, con condena del Vaticano incluido.

Cuando se casó con Fritz Mandl, un magnate de la industria armamentística, Hedwig participó de reuniones que incluían a representantes de Mussolini, y empezó a escuchar algunos secretos sobre la tecnología con que contaban los fascismos europeos. Pero los celos de Mandl eran tan enfermizos que decidió escapar a Estados Unidos, donde ya bajo el nombre Hedy Lamarr, firmó un contrato con la Metro-Goldwyn-Mayer. A pesar de protagonizar unas 30 películas, rechazó "Casablanca", que se convertiría en una de las más aclamadas de la historia, y el protagónico de "Lo que el viento se llevó", otro clásico imperecedero .

Inventora en secreto
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, aseguró tener información privilegiada sobre el armamento del ejército alemán y ofreció sus servicios al gobierno estadounidense, que la ubicó en el departamento de tecnología militar. Al trabajar sobre las señales de radio, advirtió que eran muy fáciles de interceptar.

Así, junto a un amigo compositor, desarrolló un sistema secreto de comunicaciones inalámbricas que funcionaba con 88 frecuencias, la cantidad de teclas de un piano, y podía hacer saltar las señales de transmisión entre frecuencias, lo que dificultaba la detección de las señales por parte del enemigo. Una tecnología que debutó en 1962, durante la crisis de los misiles cubanos, y que maduró en los ochenta, cuando con la irrupción masiva de la tecnología digital, la conmutación de frecuencias permitió implantar la comunicación de datos vía wifi.

En los descansos de los rodajes, Hedy seguía explorando su faceta de inventora, que había mantenido en secreto todo ese tiempo. Casada seis veces, en el declive de su carrera cinematográfica cayó en el consumo masivo de pastillas y desarrolló una obsesión por la cirugía estética.

Mientras pasaba los días recluida en su mansión de Miami, el mundo disfrutaba de las aplicaciones que había inventado. En 1997, cuando le comunicaron que había recibido el Pioneer Award, un reconocimiento de la industria electrónica, se limitó a comentar: “Ya era hora”. 

Hedy Lamarr murió el 19 de enero de 2000, a los 85 años. Sus cenizas descansan en los bosques de Viena.